La lengua aymara tiene una entonación especialmente hermosa cuando la persona que habla tiene una pronunciación clara y una dicción limpia, como ocurre en este caso en el que Sixto Quispe, que se presenta a sí mismo como «qala wawa» o hijo de las piedras, explica cómo se consagran o «serenan» los instrumentos musicales, según nuestra tradición, antes de poderlos tocar. Subtitulado en castellano.